martes, 27 de noviembre de 2012

Material sobre tema 5.- Oposición Geografía e Historia. Conferencia de Doha y prórroga de Kiolto.


La conferencia de Doha ya analiza una prórroga de Kioto.- El País. 

Expertos de la ONU advierten de que el cambio climático se acelera y la falta de acción conlleva graves riesgos


La Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático ha arrancado en Doha (Catar) con el objetivo de prolongar los compromisos del Protocolo de Kioto, que expira en 2013, y sentar las bases para un pacto internacional vinculante posterior que, por el momento, encuentra muchas resistencias. Como preámbulo, la ONU ha lanzado una advertencia sobre las implicaciones en el planeta de la falta de acción de los países.
Los participantes en la cumbre deberán determinar la duración del segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, que comenzaría en 2013, con los países en desarrollo apoyando un periodo de cinco años y la Unión Europea (UE) uno de ocho. El problema radica en que en Durban solo la UE, Suiza y Noruega expresaron su intención de participar en un "Kioto II", mientras que otros países desarrollados como Canadá, Japón y Rusia se desvincularon y un tercer grupo con Australia a la cabeza se mantiene indeciso. Esta falta de compromiso implica que por el momento los países que tomarían parte en el mismo sólo generan un 15% del total de emisiones contaminantes mundiales.
La UE acude a la cumbre sin una posición común que defender debido a las diferencias entre los Veintisiete, pero con ánimo de liderar los consensos para frenar el cambio climático. Pese a las reticencias de países como China o India a implicarse en un marco vinculante, Bruselas mira a EE UU tras la reelección del presidente Barack Obama con la esperanza de que promueva una atmósfera más proclive a las negociaciones. “Hay más optimismo, mucho más que el año pasado”, dijeron fuentes comunitarias.
En la primera sesión formal de la conferencia, su presidente, el catarí Abdulá Bin Hamad Al Atiya, ha alentado a los 17.000 participantes a aprovechar esta “oportunidad de oro”. Los primeros debates se han centrado en advertir del efecto del aumento de las temperaturas en los países menos desarrollados. En este sentido, se dieron a conocer los resultados de un estudio sobre efectos ya palpables en países como Bangladesh, Bután, Gambia, Kenia y la Micronesia.
Antes de iniciar la reunión, que se considera como una de las más cruciales desde que se adoptara el Protocolo de Kioto en 1997, la ONU ha advertido de que el cambio climático se acelera y la falta de acción conlleva graves riesgos. Los especialistas resaltan que la acción contra el calentamiento del planeta debe "acelerarse sin demora" porque el tiempo se agota para mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, considerado crítico por los científicos.
En 2010, último año del que se tienen datos completos, las emisiones de los principales gases causantes del efecto invernadero -principal acelerador del cambio climático- fueron de 50.100 millones de toneladas. A este ritmo llegarán a 58.000 millones de toneladas en 2020, frente a los 44.000 millones que se consideran aceptables para poder afrontar mayores reducciones a costos razonables. Según un estudio europeo, el cambio climático es considerado la causa principal de 14.000 condiciones climáticas extremas que dejaron más de 710.000 muertos entre 1991 y 2010.
Un análisis publicado por el Banco Mundial muestra que el mundo todavía podría ver subir las temperaturas por encima de los cuatro grados centígrados para finales de siglo, lo que tendría “efectos devastadores”.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Revolución francesa. Personajes: Una revisión de la figura de Robespierre.


Robespierre no era tan Robespierre
Una biografía y una monumental novela reinterpretan al líder revolucionario
Desmienten las versiones tradicionales sobre un personaje cruel y despiadado

El asesino. El sanguinario. El delirante. El coco… Antepongan esos calificativos a estos: el virtuoso. El incorruptible. El demócrata. El soñador. ¿Cómo cuadrarlos? Difícil. Pero habría que equilibrar la balanza, demasiado torcida ante los primeros, en el caso de Maximilien Robespierre. El personaje más controvertido de aquel hito que marcó la Historia Universal y que se dio en llamar Revolución Francesa merece un juicio justo que le devuelva la cabeza de la guillotina eterna.
Eso y no más es lo que han pretendido, cada uno a su manera, el historiador australiano de la Universidad de Melbourne Peter McPhee, y el escritor español Javier García Sánchez. Uno con una pulcra y rigurosa biografía publicada por Península y el otro con una ambiciosa novela de 1.200 páginas sobre el líder jacobino que ha sacado al mercado Galaxia Gutenberg y que empezó a escribir por pasión, por identificación, por espíritu de cruzada, hace 30 años.
Hay demasiadas injurias en torno a Robespierre. Injurias vertidas a lo largo de más 200 años no sólo en la Historia, también en la filosofía, en el cine, en la literatura… Incluso en el urbanismo: es el único personaje crucial en el devenir de Francia que no cuenta con una calle a la altura de su leyenda y sus hitos en el centro de París.
Allá llegó para participar en la reunión de los Estados Generales el abogado a quien siempre se achacó cierto complejo de provinciano. Desde la norteña Arrás se presentaba en la resabiada capital — “puta y santa”, escribe García Sánchez— este líder en ciernes, con su inseguridad a la hora de armar discursos, su conocimiento de memoria de la obra de Rousseau, su miopía y una paradójica timidez un tanto altiva que no guardó en el baúl donde sí se llevó a París una chaqueta de paño negro, un chaleco de satén, tres pares de pantalones, seis camisas, seis pañuelos y tres pares de calcetines…
Enfermiza parecía su obsesión por la austeridad, por dar ejemplo. Y, por tanto, sospechosa. “La mayor contradicción para quien durante siglos ha querido atacarle era que le apodaran El incorruptible. No cuadraba ese calificativo con los intentos de desprestigiarle contando que se había encerrado en orgías de palacios pertenecientes a la aristocracia con decenas de eunucos”, comenta García Sánchez.
McPhee ahonda en la propia incomprensión de Robespierre ante su obsesión por la plena limpieza. “Encontraba serias dificultades en comprender por qué los propios republicanos se mostraban tan en contra del bien común. Se desesperaba ante la falta de integridad, los nervios le llevaban hasta el borde mismo del colapso, sobre todo, al final, cuando entendió que su periodo había terminado”.
De la revolución al terror, algo a lo que se vio abocado pese a repugnarle la violencia, el camino se llenó de sombras. Manchas que poblaron, según el autor español, “la biografía digna de quien porta la gallardía insensata de un héroe mártir”. Acusaciones que le han afectado hasta hoy culpándole de todos los males, los desmanes, los desvaríos, las purgas, cuando, según García Sánchez, “no dio el visto bueno personalmente más a cuatro o cinco penas de muerte”.
Asombroso hurgar en los papeles. “No tuvo nada que ver con los asesinatos en masa, los repudiaba”, agrega McPhee. Así que conviene urgentemente sacarle de la lista que lo emparenta con todos los exterminadores que en el mundo han sido.
Si el prisma histórico ha deformado sistemáticamente la figura de alguien, este es el caso de Robespierre. Pero aún no se escapa: “Sigue resultando enormemente controvertido”, afirma el australiano. Quizás su obsesión por la virtud, ese faro en su pulso vital, es la causa. Se reveló tan consecuente que ha influido en la mala conciencia de la posteridad o en la propia sospecha de que no podía nadie llegar a tales cotas de autoexigencia. “Él fue”, según McPhee, “ uno de los grandes demócratas de la Historia, apasionado, comprometido con los derechos humanos y con la participación en la vida pública de todos los estratos de la sociedad. Entendía que sin la participación popular y el respeto por los avances civiles y sociales existiría un permanente y violento desencanto social”.
Lo primordial en cuanto a su figura es acabar con el rumor. “La visión que se ha dado de él se ha fundamentado en un rumor. No más. Cuando cae e iba camino de la guillotina —aquel 10 Termidor, 28 de julio de 1794 para la cristiandad— empieza ese rumor sobre él, ajeno a los hechos, que se ha propagado de manera organizada y continua a lo largo de más de 200 años y ha dado lugar a que el 95% de lo que se ha escrito fuera falso”.
Lo mismo le ocurre a su aliado Saint-Just; ambos han pasado a la historia como peligros por inculcar una radical filosofía de la virtud y el bien común desde espíritus laicos. Fueron emisarios de una vida futura, perecieron convencidos de que su obra no quedaba concluida cuando en realidad dieron lugar a una auténtica revolución de las mentalidades. Así es y no de otra forma como García Sánchez afrontó la narración. “Con la intención de crear una obra lírica, con voluntad de epopeya sobre unos hombres que quisieron cambiar el mundo consiguiéndolo y que perecieron en el intento creyendo que habían fracasado”.
JESÚS RUIZ MANTILLA Madrid , el País. 21 NOV 2012 -

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Material para tema 22: Proceso de hominización y cultura material.


Armas de la edad de piedra
·        -  Unas puntas de lanza de Sudáfrica indican que la tecnología tiene medio millón de años
·         - El autor es el ancestro común de ‘Homo sapiens’ y neandertal

Una piedra tallada en punta para que penetre bien en la pieza a cazar y atada en el extremo de un palo es un arma más eficaz que una simple vara de madera afilada. Construir una lanza así, con mayor poder de impacto y control, es un salto tecnológico muy notable. ¿Quién lo dio? ¿Cuándo? Unas puntas de piedra que se encontraron hace unos años en Sudáfrica, datadas en medio millón de años y analizadas ahora con un nuevo enfoque son, hasta el momento, el vestigio más antiguo que se conoce de esta técnica de armas de la edad de piedra. Sitúan esta tecnología 200.000 años antes de lo que los vestigios indicaban hasta ahora. Y una vez más, las cronologías de las huellas del pasado ponen patas arriba las ideas acerca de las capacidades de las especies humanas remotas: con 500.000 años, la lanza de punta de piedra sujeta a un palo sería una tecnología no del hombre contemporáneo ni de los neandertales, como se pensaba hasta ahora, sino del antepasado común de ambos, el Homo heidelbergensis.
“Esto cambia la manera en que pensamos acerca de las adaptaciones y capacidades de los humanos primitivos antes del origen de nuestra propia especie”, dice Jayne Wilkins, líder del equipo que ha hecho el descubrimiento. Fabricar armas de caza atando una punta a una lanza de madera requiere esfuerzo y planificación, pero aumenta su potencial de matar.
Estos científicos que han identificado las marcas en la base de las puntas de piedra de hace medio millón de años han realizado toda una labor detectivesca para demostrar su utilización como lanzas y publicar el hallazgo en la revista Science.
Las piezas fueron halladas por Peter Beaumont, en 1979, en el yacimiento de Kathu Pan 1, en Sudáfrica y 20 años después, en 2010, fueron datadas por Michael Chazan y su equipo en 500.000 años. El siguiente paso lo dan Jayne Wilkins y sus colegas de las universidades de Toronto (Canadá), Arizona (EE UU) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica), incluido el propio Chazan, al identificar marcas y desperfectos en la base de esas piezas de industria lítica que encajan con la técnica de sujetarlas al extremo de un palo, convirtiéndolas en eficaces lanzas.
Para demostrar esta hipótesis, los investigadores incluso fabricaron 32 réplicas de las puntas —talladas en la misma piedra—, las ataron en el extremo de palos de madera e imitaron el uso que pudieron hacer de ellas los hombres prehistóricos lanzándolas contra carcasas de pequeños antílopes. “Cuando las puntas se utilizan como extremos de lanza, se producen muchos desperfectos en ellas y fracturas específicas”, dice Kyle Brown, uno de los científicos del equipo. “Los daños en esas antiguas puntas de lanzas son muy similares a los producidos en las réplicas de nuestro experimento y, además, demostramos que no se hacen fácilmente en otras condiciones”, añade.
Los homínidos cazaban grandes animales hace ya, al menos, 780.000 años, recuerdan Wilkins y sus colegas, a la vista de los vestigios en restos de carcasas de venado encontradas en Israel. De hace 500.000 años es un hueso de caballo con una perforación que debió hacer una lanza y que se encontró en Boxgrove (Reino Unido). En cuanto a armas, fue descollante el hallazgo de unas jabalinas de madera —palos de abeto con las dos puntas afiladas, de hasta 2,30 de longitud— y perfectamente preservadas en agua que descubrió, en los años noventa, el arqueólogo Harmut Thieme en una mina de carbón en Alemania. Los humanos las utilizarían seguramente para cazar caballos, dado que se encontraron junto con muchos huesos de ese animal.
Las lanzas compuestas, es decir, con una punta atada a un palo, parece que eran algo corriente en Europa y en África hace unos 200.000 años, e incluso se conocen indicios de 300.000 años en el continente africano. Podrían haberlas inventado los neandertales y los humanos modernos (ambos las utilizaban) o unos lo habrían copiado de los otros. Pero si se sabía construir estas armas mucho antes, hace medio millón de años, la especie innovadora sería muy anterior: el ancestro común a partir del cual evolucionarían los neandertales y la humanidad moderna. “Esta es la primera prueba de que esta tecnología se originó antes o muy cerca de la divergencia de esas dos especies”, dice otro miembro del equipo, Benjamin Schoville, de la Universidad de Arizona.
“Al parecer, se puede seguir el rastro de algunos de los rasgos que asociamos con los humanos modernos y con nuestros parientes más cercanos mucho más atrás en nuestro linaje”, comenta Wilkins. “Esto cambia la manera en que vemos las adaptaciones y capacidades de los humanos primitivos antes del origen de nuestra propia especie”, concluye.
Alicia Rivera. 20 Nov. 2012; El País.

NAVEGAR POR EL MEDITERRÁNEO
Para llegar a las islas hacen falta unas capacidades de navegación nada despreciables, y se sabe que los humanos, por ejemplo, cruzaron el mar hasta Australia hace 50.000 años. Incluso los homínidos (Homo erectus) pudieron alcanzar la isla de Flores (Indonesia) hace algo más de un millón de años surcando un considerable tramo de agua. En el Mediterráneo, ¿cuándo se empezó a navegar?
La presencia humana en las islas de Creta y Chipre se había situado en torno a los 9.000 años. Pero últimamente se han acumulado pruebas que adelantan la colonización de Chipre hasta hace 12.000 años, explica Alan Simmons (Universidad de Nevada) en Science. Sin embargo, la ocupación de Creta puede ser tan antigua como 170.000 años, a la vista de las hachas de cuarzo y otras herramientas de piedra descubiertas allí. Esto significa que los remotos navegantes del Mediterráneo pudieron ser tempranosHomo sapiens o neandertales.

Frases o chistes del día

Paulo Coelho

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.