Los estadounidenses blancos dejarán de ser mayoría en 2043
La nueva composición
de la población introduce cambios en la actividad política, social y económica
Los estadounidenses de raza
blanca dejarán de ser la mayoría en 2043, según nuevos datos revelados por la
Oficina del Censo. El cambio en la población de Estados Unidos forma parte de
su profunda transformación demográfica desde hace varias décadas y que ya
afecta a su actividad política, económica y social.
Dentro
de 50 años, ningún grupo étnico representará a la mayoría de la población
estadounidense, ya que los ciudadanos de minorías habrán superado el 57%,
duplicando los 116. millones de personas que suponen en la actualidad hasta
sumar 241 millones en 2060. Las minorías raciales suponen hoy el 37% de la
población estadounidense.
El cambio demográfico responde a
varios factores, entre los que se encuentra el envejecimiento de la población
blanca, especialmente la generación de los ‘baby-boomers’ -nacidos entre 1946 y
1964- y la inmigración: los hispanos y los asiáticos contribuyeron en la última
década a más de la mitad de los nacimientos en EE UU. Uno de cada tres
norteamericanos será hispano en 2060, según el Censo -en la actualidad son uno
de cada seis, o el 15% de la población-, mientras que los asiáticos también se
duplicarán en número en las próximas cinco décadas, llegando a representar al
8% de los ciudadanos.
Los
nuevos grupos de población desafían nociones que tradicionalmente han marcado
la política y la economía del país. Hace poco más de un mes que el presidente
Obama logró su reelección con el apoyo del 72% de los votantes hispanos,
mientras que su adversario, el republicano Mitt Romney, apenas recibió el voto
del 20% del electorado no blanco. Las minorías, que representaron casi un
tercio de los electores de 2012, aumentarán en las próximas convocatorias y
contribuirán a nuevos escenarios políticos que no han sucedido hasta ahora,
como un posible desafío al poder republicano en el estado de Tejas.
En
el ámbito económico, los hispanos se han convertido en uno de los grupos que
más crean pequeños negocios y puestos de empleo, además de ampliar cada año su
poder adquisitivo, por lo que las grandes marcas ya adaptan sus campañas
publicitarias para atraer a este creciente grupo de consumidores.
La
evidencia del cambio demográfico en el electorado ha obligado a reaccionar al
Partido Republicano, que apenas 24 horas después de las elecciones presidenciales
ofreció una negociación con Obama para lograr la reforma migratoria. Pero las
minorías han contribuido también a otros cambios, como la legalización del
matrimonio homosexual en cuatro estados el pasado 6 de noviembre o una nueva
dirección en la histórica lucha por los derechos civiles.
Apenas cuatro años después de que
el primer afroamericano, educado en Harvard, llegase a la presidencia, el
Tribunal Supremo estudiará la vigencia de la discriminación positiva
-’Affirmative Action’, en inglés-, una normativa que desde 1961 obliga a las
universidades a guardar cuotas de estudiantes de minorías para garantizar su
acceso a la educación superior.
2012
también ha sido el año en el que bebés de diferentes minorías raciales
representan por primera vez más del 51% de los nacimientos. En las escuelas de
EE UU, que ya reflejan el futuro rostro del país, el 45% de estudiantes menores
de 18 años son hispanos, afroamericanos o asiáticos. Y en los estados de
California, Hawai, Nuevo México o Tejas ya han superado el 50%.
El
Censo de 2010 mostró además una cifra récord de ciudadanos que no se ajustan a
las definiciones planteadas en los formularios y que prefieren definirse a sí
mismos como pertenecientes a dos razas o ‘multirraciales’. En 2060, los
ciudadanos de dos o más razas se habrán triplicado de 7,5 millones a 26,7.
Esta
predicción marca un claro contraste con el rostro de la población
estadounidense apenas 100 años antes. En 1960, el 85% de los ciudadanos eran de
raza blanca. En 2000 la proporción había descendido al 69%, en la actualidad es
del 64% y en 2060 se espera que roce el 43%.
Los
nuevos datos también reflejan el desafío al que se enfrenta el país a
consecuencia del envejecimiento de la población. Si en la actualidad hay 43,1
millones de norteamericanos mayores de 65 años, en 2060 alcanzarán los 92
millones. La cifra de ciudadanos mayores de 85 años también se habrá triplicado
en el mismo período, por lo el país contará con menos trabajadores que puedan
ayudar a financiar programas públicos, mientras se dispara la demanda de éstos
por el envejecimiento de la población.