viernes, 22 de junio de 2012

La crisis de los misiles. Prácticas sobre la Guerra Fría para la oposición de Geografía e Historia.




Aquí os dejo un pequeño resumen de la crisis de los misiles en Cuba, sirve para ilustrar el tema de la Guerra Fría de la oposición de Geografía e Historia. 
Para que practiquéis os añado mapas sobre el confilcto, una caricatura de la disputa entre Kennedy y Kruschev, y algún texto. ¡Qué lo disfrutéis!
 

La crisis de los misiles en Cuba

Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, que en un principio no se definía como comunista pero que tenía una clara orientación nacionalista, comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.

En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla.

En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy toma una medida de gran dureza: establece una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre los dos superpotencias estaba servido.

Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y EEUU y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que EE.UU. tenía desplegados en Turquía. 

El mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo y EE.UU. levanta el bloqueo.

La rápida solución de la crisis muestra la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias. En ese momento se instala una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin para mejor desactivar cualquier crisis o malentendido: el "teléfono rojo".
 
Tras la crisis de Cuba, la coexistencia pacífica toma plenamente carta de realidad. La coexistencia entre los bloques se compatibiliza con la cohesión interna en ellos. Por un lado, Macmillan y De Gaulle no dudan en apoyar incondicionalmente a Kennedy; por otro, la Cuba de Castro se convierte en un fiel aliado de Moscú a cuyos intereses expansionistas va a  servir en los años setenta enviando cuerpos militares expedicionarios a Angola, Mozambique o Etiopía.


TEXTO:
 De Kruschev a Fidel Castro.- 28 de octubre de 1962
 
Estimado Camarada Fidel Castro:
 
En nuestro mensaje de octubre 27 al Presidente Kennedy, permitió establecer la pregunta en su favor, defender Cuba de una invasión, e impedir la guerra.
 
La contestación de Kennedy que usted aparentemente también sabe, ofrece las seguridades que los Estados Unidos no invadirán Cuba con sus propias fuerzas, y no dará permiso a sus aliados para llevar a cabo una invasión. De esta manera el presidente de los Estados Unidos ha contestado mis mensajes del 26 y 27 de octubre de 1962 positivamente. Nosotros hemos terminado el borrador de nuestra contestación al mensaje del presidente,... el cual está siendo ahora trasmitido por la radio.
Con este motivo me gustaría recomendar ahora a usted, en este momento de cambio en la crisis, no ser llevado por sentimiento, y mostrar nuestra firmeza.
 
Yo debo decir que entiendo su sentimiento de indignación hacia las acciones agresivas y violaciones de normas elementales de ley internacional por parte de los Estados Unidos. Pero ahora, en lugar de la ley, lo que prevalece es la insensatez de los militaristas del Pentágono. Ahora que un acuerdo está en vista, el Pentágono está buscando un pretexto para frustrar este acuerdo. Esto es por qué están organizando los vuelos provocativos. Ayer usted derribó uno de éstos, mientras antes usted no lo hizo cuando ellos sobrevolaron su territorio. Los agresores se aprovecharán de semejante paso para sus propios propósitos. Por consiguiente me gustaría aconsejarlo de una manera amistosa, el de mostrar paciencia, firmeza y más firmeza. Naturalmente, si hay una invasión será necesario rechazarla por todos los medios. Pero nosotros no debemos permitir llevarnos lejos por las provocaciones, porque los militaristas desenfrenados del Pentágono ahora que la solución al conflicto está en la vista, y al parecer en su favor (de Cuba), mientras creando una garantía contra la invasión a Cuba, están intentando frustrar el acuerdo, y lo provocan a Ud. en acciones que podrían usarse en su contra. Yo le pido que no dé el pretexto para que hagan eso. De nuestra parte, nosotros haremos todo posible para estabilizar la situación en Cuba, defenderemos Cuba contra una invasión, y le aseguramos las posibilidades para construir una pacifica sociedad socialista.
 


Le envío mis saludos, extensivo a todo el grupo de su dirigencia.



  



jueves, 21 de junio de 2012

Decadencia y caída del imperio romano


Decadencia y caída del imperio romano

Aparece una nueva traducción al castellano de ‘Decadencia y caída del imperio romano’, de Edward Gibbon. Se tratao de un manual de uso para el declive imperial.
Es una nueva y cuidada traducción de José Sánchez de León de una de las obras cumbres de la historiografía y la literatura, que conserva el interés pese a que fue publicada en Inglaterra hace más de doscientos años. Es la crónica del derrumbamiento de un imperio que sigue sirviendo de referencia para desmoronamientos contemporáneos. Se trata de una de las obras fundamentales de la literatura
“La sucesión de cinco siglos impuso los diferentes males de desenfreno militar, despotismo caprichoso y elaborada opresión”. He ahí sintetizado el diagnóstico de Edward Gibbon de la causa de la ruina de Roma, tema que desplegó con genio insuperable y aliento grandioso en los seis tomos de su monumental Decadencia y caída del imperio romano, una de las cimas de la historiografía y la literatura universales y una inmensa aventura intelectual. A nivel popular, una obra que ha influido poderosamente en nuestro imaginario del declive de Roma desde Fabiola a Gladiator, además de, claro, La caída del imperio romano.
Publicada en Inglaterra hace más de doscientos años (de 1776 a 1778) y nunca superada en su apasionante mezcla de erudición y estilo, objeto de controversia por su irónica descripción del primer cristianismo en los famosos capítulos XV y XVI —la Iglesia católica lo puso en el índice de libros prohibidos—, la obra aparece ahora —¡suenen cornus y bocinas, agítense con júbilo los estandartes de las legiones!— en una nueva y cuidadísima traducción de José Sánchez de León Menduiña (Atalanta), en dos voluminosos tomos (el primero ya en la calle, el segundo se publicará en octubre), que permite disfrutar plenamente de una de las joyas del pensamiento occidental.
No son solo la sucesión de las vicisitudes extraordinarias de los romanos y el relato del destino ejemplar de su imperio —narrados con el pulso de un historiador digno heredero de los Dión Casio, Herodiano, Elio Espartiano o Amiano Marcelino (a los que Gibbon leyó)— lo que nos cautiva de la Decadencia..., sino la asombrosa calidad literaria, alabada, entre otros por Borges, adornada además de un carácter moral en el mejor de los sentidos, de exemplum, que hace que la lectura proporcione un placer estético y espiritual, fuente de conocimiento, reflexión y júbilo, cercano a los Ensayos de Montaigne.
Vean unos ejemplos en los retratos que el escritor británico ofrece de algunos emperadores romanos. Augusto: “Una cabeza fría, un corazón insensible y una disposición cobarde le incitaron a los decinueve años a asumir la máscara de hipocresía que nunca después abandonó”. Galieno: “Fue maestro de varias ciencias curiosas pero inútiles, orador preparado y poeta elegante, experto jardinero, excelente cocinero, pero el príncipe más despreciable”. Diocleciano: “Sus cualidades eran útiles más que espléndidas. Su valor siempre correspondió a su deber o a la ocasión, pero no parece que tuviera osadía y espíritu generoso de un héroe que busca el peligro y la fama, desprecia el artificio y desafía audazmente la competencia de sus iguales”. Galerio: “ Fue susceptible a las pasiones más violentas aunque era capaz de una amistad sincera y duradera”. Constantino: “Degenera en un monarca disoluto y cruel, corrompido por la fortuna y encumbrado por la conquista por encima de la necesidad y el fingimiento”. Juliano el Apóstata: “Sostuvo la adversidad con firmeza y la prosperidad con moderación. Trabajaba para aliviar la aflicción y reavivar el espíritu de sus súbitos, y siempre intentaba vincular la autoridad con el mérito y la felicidad con la virtud”. Teodosio (¡fíjense que oportuno!): “Olvidando que el tiempo de un príncipe es propiedad de su pueblo se abandonaba al disfrute de los placeres inocentes pero triviales de una corte lujosa”.
No olvidemos a Marco Aurelio, en el fiel de la balanza del declive: “Su poca severidad constituía al mismo tiempo la parte más amable y la única defectuosa de su carácter”, Y su nefasto vástago Cómodo, el rival del ficticio Máximo Décimo Meridio de Gladiator: “Hasta la plebe más ínfima sentía vergüenza e indignación de ver a su soberano entrar en el anfiteatro como un gladiador y enorgullecerse de una profesión que las leyes y las costumbres de los romanos tenían catalogada con la nota más justa de la infamia”. A Bertrand Russell le fascinaba la descripción de Zenobia, reina de Palmira: “Si era conveniente perdonar, podía calmar su resentimiento, si era necesario castigar, podía imponer silencio a la voz de la piedad”.
La primera parte de la obra abarca hasta el fin del imperio romano de Occidente (476) y la segunda, más irregular, según los estudiosos, hasta la caída de Constantinopla (1453).
“Una obra monumental y didáctica”, subraya el especialista en la antigüedad clásica Carlos García Gual, “que demuestra con creces que la Historia es un género literario”. Gual recuerda que la Decadencia... “es la crónica de un derrumbamiento que ha servido y sirve de ejemplo para el fin de otros imperios, el británico, el estadounidense...”. El estudioso señala el eco de Gibbon en Toynbee y en Robin Lane Fox. Para otra especialista, Isabel Roda, directora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), la Decadencia... “es la piedra de toque imprescindible para los estudios romanos; aunque en muchos aspectos científicos ha sido superado, resulta un goce leerlo”.
El novelista Santiago Posteguillo acaba precisamente de terminar de escribir una escena de carrera de cuádrigas de su próximo libro cuando le recabo una opinión de urgencia sobre Gibbon. “Imprescindible. Es el primero que presenta razones de la caída de Roma de manera global y sopesada, y hace accesible al lector común un montón de información procedente de las fuentes clásicas que tan bien conocía”. Posteguillo recalca que hay que reconocerle el valor a su editor Thomas Cadell, que publicó también a Hume y a Adam Smith y al que solo podemos reprochar, apunta, “el pequeño fallo de que se negara a publicar a Jane Austen: por lo visto solo valoraba bien la no ficción”.
Sánchez de León Menduiña es el hombre que ha realizado la hazaña de traducir el millón y medio de palabras de la Decadencia... “Han sido cinco años intensos, he tenido que esperar a jubilarme para acometerla, pero he disfrutado”. El traductor considera que las traducciones de que disponía hasta ahora el lector en español no hacían justicia al estilo de Gibbon. “La publicada por Ediciones Turner en 1984 era una edición facsimilar de la José Mor Fuentes de 1842 en un castellano arcaico, barroco y castizo, que dejaba mucho que desear. Y la de Alba de 2000 es una edición abreviada”. La suya sigue la inglesa de la Biblioteca Everyman de 1993-94 y ha procurado respetar el estilo de Gibbon. “Afortunadamente, su sintáxis nos está muy próxima, por su dominio del latín”. De hecho Gibbon pensó inicialmente escribir esta obra señera de la literatura anglosajona ¡en francés!
No es el más pequeño de los atractivos de Gibbon aludirnos en tantos párrafos: “Era poco probable que los ojos de los contemporáneos descubrieran en la felicidad pública las causas latentes de la decadencia y la corrupción...”.

lunes, 18 de junio de 2012

La guerra del Vietnam

 Material para prácticas sobre los temas de la oposición de Geografía e Historia: la Guerra Fría y los conflictos actuales.

Conflicto en la península de Indochina que tuvo lugar entre mediados de los cincuenta y mediados de los setenta y que enfrentó a los EE.UU. y el gobierno de Vietnam del Sur  por un lado, contra Vietnam del Norte y las guerrillas comunistas que actuaban en Vietnam del Sur por otro. La guerra terminó extendiéndose también a Laos y Camboya. La guerra del Vietnam fue la más larga de la historia norteamericana, supuso para este país una experiencia de fracaso y frustración, constituyendo, sin lugar a dudas, el más serio fracaso de EE.UU. en la guerra fría.
 
El inicio de la implicación americana se remonta a inicios de los cincuenta cuando apoyaron los desesperados intentos de Francia por mantener su presencia colonial en Indochina frente a las fuerzas comunistas del Vietminh. La derrota francesa y los Acuerdos de Ginebra de 1954, que consagraron la partición de Vietnam en dos, llevaron a que Washington volcara su apoyo en el régimen anticomunista de Vgo Dinh Diem en Vietnam del Sur que hacía frente al Vietnam del Norte comunista, apoyado por la URSS.
La corrupción de Diem hizo a su régimen crecientemente impopular y finalmente fue derrocado y asesinado por sus propios militares en 1963. Mientras tanto se había creado en Vietnam del Sur el Frente Nacional de Liberación (FNL) donde se aglutinaba toda la oposición incluyendo los comunistas. 

En 1964, la situación parecía desesperada para Vietnam del Sur. EE.UU., alegando como justificación el incidente de Tonkín contra su destructor Maddox el 2 de agosto de 1964, inició una intervención abierta. Se pasó de 4000 soldados norteamericanos en 1962 a casi 500.000 en 1967. Los bombardeos masivos, el uso de agentes químicos, la crueldad de la primera guerra retrasmitida por los medios de comunicación hicieron enormemente impopular la política de EE.UU. en el Tercer Mundo, el bloque comunista y en partes significativas de la opinión pública occidental. Dentro del propio país, la oposición a la guerra se extendió entre la juventud ligándose a movimientos contra el sistema, como el movimiento "hippie".

Tras la ofensiva vietnamita del Têt en 1968, el presidente Johnson decidió el progresivo desvinculamiento del conflicto y la búsqueda de una solución negociada. Tras una compleja fase de negociaciones y enfrentamientos militares, se firmó en París en enero de 1973 un acuerdo de paz. En agosto de 1973, el Congreso norteamericano prohibió cualquier reanudación de la intervención norteamericana. La retirada de las tropas estadounidenses hizo que el régimen de Vietnam del Sur se derrumbara inmediatamente. La ofensiva final comunista tuvo lugar en la primavera de 1975. El 17 de abril, Phnom Penh cayó en manos de los Khmers Rojos y el 30 los comunistas tomaron Saigón. La guerra había terminado.

La derrota supuso un verdadero trauma para EE.UU. 58.000 muertos, 300.000 heridos, centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y con serios problemas de adaptación a la vida civil, el orgullo de potencia herido... Lo que se vino a denominar el "síndrome de Vietnam" supuso en el corto plazo una gran renuencia a la intervención militar exterior por parte de la potencia norteamericana.

Natalidad en China. Material para tema 6 de la oposición de Geografía e Historia

La sociedad china planta cara a la imposición del hijo único

El aborto forzoso de una embarazada de siete meses cuestiona la política de natalidad del Gobierno

Hasta 164.000 euros de multa por segundo nacimiento

 

La ciudadana Zhang Li —nombre ficticio— solo puede tener un descendiente. Porque no reúne las tres condiciones que, según la estricta política demográfica del Gobierno chino, son necesarias para buscar el segundo hijo: ser hija única, campesina o divorciada. Y Zhang Li tampoco pertenece a una minoría étnica, circunstancia que también le daría opciones. Ella solo es una china han a la que se le debe aplicar la política del hijo único que se introdujo en el país a finales de la década de 1970. Pero dentro de unos días saldrá de cuentas y dará a luz a su segundo retoño. Sabe que tendrá que pagar cara su osadía. “No estamos seguros, pero nos han hablado de una sanción de 50.000 yuanes (unos 6.300 euros)”.

Después de varias triquiñuelas, es consciente de que, a pesar de todo, ella es una privilegiada, ya que el castigo no pasará de ahí.

Por eso, habla con una mezcla de terror y alivio sobre lo que le sucedió el pasado día 2 a Feng Jianmei, cuando las autoridades chinas de la ciudad de Ankang, en la provincia central de Shaanxi, la obligaron a abortar. No importó que estuviese en el séptimo mes de la gestación, a pesar de que la ley china estipula que los abortos están prohibidos a partir del sexto mes.

Había que hacer cumplir la política de natalidad y a Feng, como a Zhang, no se le podía aplicar ningún eximente.

Pero a la joven, de 22 años, que no pudo hacer frente a la multa de 40.000 yuanes (5.000 euros), la sacaron con los ojos vendados del domicilio de un familiar, la obligaron a firmar un documento que no le dejaron leer, y le inyectaron un medicamento para que pariese a su hijo muerto. Es más, dejaron el feto ensangrentado junto a ella en la cama del hospital en el que se llevó a cabo la operación.

Las imágenes de Feng han provocado un nuevo estallido de ira en el ciberespacio chino, y, en esta ocasión, la presión en las redes sociales ha obligado al Gobierno a cambiar su versión inicial, en la que aseguraba que la interrupción del embarazo fue voluntaria. Además, tres funcionarios han sido destituidos a la espera de que se les imponga un castigo más severo “por haber violado la normativa estatal y provincial en lo que respecta la planificación familiar”.

No obstante, médicos de la localidad de Liyang corroboran que no se trata de una práctica infrecuente. “El caso de Feng es extremo, pero nos consta que muchas parejas pobres son amenazadas o coaccionadas para que aborten”.

La ley del hijo único ha evitado el nacimiento de 400 millones de personas, [entre una población total de 1.339,7 millones de habitantes] que habrían aumentado la presión demográfica hasta niveles insostenibles, recalcan. Pero muchos consideran que la norma es injusta porque solo se aplica a quienes no tienen recursos. Y Zhang está de acuerdo. “Para nosotros es un pellizco, pero podemos afrontar el pago”. Gozan de buena posición económica y acaban de adquirir un chalé y un Mercedes, su segundo vehículo.
“Tener un segundo hijo nos cuesta menos que un coche, y creo que es lógico que nosotros podamos tenerlo porque, en principio, podemos darle una vida mejor que la de los campesinos”, apostilla.

Aun así, Zhang ha hecho todo lo posible por reducir su factura. Cambió su lugar de residencia, la capital de la provincia de Jiangsu, Nanjing, por el pueblo de Liyang. Porque allí sí que conocía a los funcionarios que son, en última instancia, quienes determinan la cuantía de la multa. “Nos han asegurado que no tomarán ninguna represalia contra nuestro negocio”, comenta.

En un país que ya cuenta con más de cien millones de hijos únicos no hay más que visitar cualquier colegio de pago para encontrar hermanos. Los chinos son conscientes que se ensancha la brecha que separa a pudientes y desheredados, y hacen oír su rechazo en la Red.

El ejemplo más sonado ha sido el de una pareja de la ciudad sureña de Rui'an, que tuvo que desembolsar la cantidad récord 1,3 millones de yuanes (164.000 euros), por su segundo descendiente. Así se entiende que el Gobierno recaudase en 2010, según el Diario del Pueblo, 20.000 millones de yuanes (2.500 millones de euros) en multas relacionadas con la planificación familiar. Pero nadie sabe a dónde va a parar el dinero.
Y muchos advierten del riesgo que conlleva para la pirámide poblacional no introducir reformas en la ley de natalidad. En 2050 podría haber cuatro personas de más de 65 años por cada diez que tengan entre 15 y 64, un lastre muy pesado para un país que carece de un sistema de seguridad social fuerte y que tradicionalmente ha basado su estabilidad económica en la institución de la familia. Sin duda, Feng no podrá exigir mucho a la hija que ahora tiene cinco años. Pero Zhang pronto dará a luz otro pilar de su bienestar futuro.

: Diario el País, 18 junio.

domingo, 17 de junio de 2012

Material Tema 48 oposición Geografía e Historia: Goebbels,


Goebbels, propagandista sobrevalorado
Peter Longerich sostiene en una nueva biografía que el jerarca nazi padecía un trastorno narcisista y no fue en realidad una figura tan relevante del régimen.

El historiador dice que muchas decisiones no se le consultaron.
“Fue por encima de todo un gran publicista de sí mismo”.
La percepción que tenía de su atractivo sexual es digna de Torrente
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Es uno de los nazis menos apreciados, y valga el sarcasmo, que era una de sus figuras retóricas favoritas. A Joseph Goebbels, uno de los más famosos dirigentes del III Reich, se le ha calificado de Mefistófeles del partido, demagogo vil y disoluto, y, menos finamente, de cojo satánico y enano iracundo. Victor Klemperer lo define en sus diarios como “el más venenoso y mendaz de todos los nazis”. Goebbels (Rheydt, 1897-Berlín, 1945, suicidado y chamuscado —no consiguieron quemar del todo su cuerpo— en el Führerbunker) ha sido probablemente el propagandista más famoso de la historia. Medía poco más de metro y medio y padecía desde niño de atrofia y parálisis crónica del pie derecho, lo que provocó comentarios irónicos sobre sus peroratas acerca de la superioridad de la raza aria, en la que generosamente se incluía. Sus defectos físicos (y no digamos morales) no le impidieron disfrutar de numerosas aventuras sexuales, que consignaba puntualmente en su diario, y ganarse merecida fama de rijoso. Vocero de Hitler, antisemita radical despiadado, gauleiter de Berlín, ministro de Propaganda del régimen más atroz de la historia de la humanidad, Goebbels, el Savonarola pardo, fue un fanático predicador de la violencia nazi y su humeante rastro puede seguirse desde las luchas callejeras hasta la declaración de guerra total.

A tan edificante individuo ha dedicado una nueva biografía, monumental como suele (1.052 páginas), el gran especialista en el III Reich y el Holocausto Peter Longerich, autor ya de otra colosal y reveladora obra sobre Heirich Himmler (RBA, 2009). Longerich (Krefeld, Alemania, 1955), profesor de historia contemporánea en la universidad de Londres, sigue en Goebbels (RBA, 2012) el discurrir vital y político del personaje, desde su crisis de intelectual fracasado necesitado de un propósito en 1923 hasta su decisión de morir con su familia junto a Hitler en abril de 1945, ofreciendo una visión completa del mismo y en buena medida muy novedosa. ¿Cree que era el nazi más desagradable?, le pregunto. “No sabría decirle, me parece una competición muy extraña”.

El historiador sostiene que Goebbels sufría de “un trastorno narcisista de personalidad” que le hacía buscar adictivamente el reconocimiento y el elogio, y que fue lo que cimentó su dependencia de Hitler, al que convirtió en el ídolo al que subordinarse para recibir legitimación y gratificación. Ese narcisismo patológico, basado probablemente en una falta de atención materna en la infancia y en el que no influyó su minusvalía física, señala Longerich, “explica la casi absoluta devoción a Hitler, su obsesión con su propia imagen y el hecho de que pasara una considerable parte de tiempo enzarzado en largas batallas contra sus competidores en el entorno de Hitler”.
Sorprendentemente, Longerich retrata a un Goebbels mucho menos importante en el seno del régimen de lo que se creía. ¿Ha sido Goebbels pues históricamente sobredimensionado? “Así es. Y de alguna manera seguimos siendo víctimas de su propaganda y sobrevalorándolo. Como muestro en el libro, muy a menudo no estuvo involucrado en el proceso de toma de decisiones. Esa situación no cambió durante la guerra, pero Hitler se encontraba con él cada cuatro o seis semanas para conversaciones privadas y eso le proporcionaba la sensación al ministro de ser el más cercano asesor del líder. Gobbels nunca se dio cuenta de cómo era manipulado y usado por Hitler”. En su libro, Longerich muestra cómo una y otra vez Goebbels se encuentra ante decisiones de gran calado de las que no ha sido informado previamente y que incluso le cogen con el pie cambiado, valga la expresión.

Eso no quiere decir, por supuesto, que Goebbels fuera inocente de los crímenes nazis. “Tuvo un papel activo en la radicalización de la persecución de los judíos, en particular en su doble papel de líder del partido en la capital y como ministro de propaganda y jefe del aparato de propaganda del partido”.

En la visión de Longerich, Goebbels no es tampoco el gran propagandista que se nos ha hecho creer. “El problema es que una de las fuentes principales para estudiar a Goebbels es su propia propaganda, y hemos estado bajo el influjo de ella. Goebbels fue por encima de todo un propagandista de sí mismo, tratando de convencer al mundo de que era un genio de la propaganda capaz de unir a toda Alemania detrás de Hitler. La historia del éxito de su sistema de propaganda es parte esencial de esa misma propaganda. Tenemos que tener presente que las fotografías, metraje y otras fuentes que normalmente usamos como evidencia de su éxito para manipular al pueblo alemán fueron producidos en el ministerio de Propaganda, con un propósito principal: crear ese mito”.

Dicho esto, Longerich reconoce que Goebbels fue un innovador al utilizar en la propaganda política el modelo de los anuncios comerciales que estaban entonces bajo el influjo de la publicidad llegada desde EE UU y que se basaban en que se podía inducir el comportamiento de los clientes con estímulos relativamente simples, en parte subconscientes. En cierta manera, pues, Goebbels fue el Donald Draper de los nazis.

Otra característica inesperada que destaca Longerich es la falta de ideas políticas claras de Goebbels. “Me sorprendió la ausencia de conceptos o visiones políticos en su obra. Tras leer miles de páginas en sus escritos no queda claro qué tipo de sociedad o sistema político prefería o cuáles eran sus ideas básicas acerca de la política exterior o la Europa dominada por los nazis. Para él, la cuestión central fue siempre su propia posición en el régimen, o mejor dicho, cómo él y su obra eran percibidos por Hitler. Podría decirse que en política estaba más interesado en el envoltorio que en el contenido”.

Le pregunto a Longerich qué opina de la parte de seductor de Goebbels que incluye dobletes dignos del Jardín prohibido de Sandro Giacobbe y apreciaciones de su propio atractivo que no desentonarían en Torrente (“No tengo tiempo para entregarme del todo a las mujeres”, escribió en su diario, “misiones mayores esperan por mí”). ”Creo que ante todo ha de ser vista como parte de su carácter narcisista. Su éxito con las mujeres —en muchos casos actrices cuyas carreras dependían de él— le servía de estímulo para autosatisfacer su propia personalidad”.

Pese a ser un libro profundamente centrado en lo político, la biografía de Longerich dedica especial atención a la extravagante relación que mantuvieron Goebbels, su esposa Magda (la Medea nazi) y Hitler. “La he descrito como un triángulo, sin especular sobre el elemento sexual. Me parece fascinante hasta qué punto Goebbels permitió a Hitler convertirse en parte de su familia y cómo le dejó tomar decisiones básicas que concernían a su vida privada”. Longerich señala que hubo flirteo entre Magda y Hitler, lo que provocaba celos torturante en Goebbels, que debía reprimirlos porque, demonios, el Führer era el Führer.

¿Se podría hablar de amistad entre Hitler y Goebbels? “No creo que Hitler tuviera ningún amigo personal. Y en el caso de Goebbels, admiraba a Hitler y era extremadamente dependiente de él. No llamaría a eso amistad”. ¿Qué pena habría recibido Goebbels de no haberse suicidado en el búnker de la cancillería y haber comparecido ante el tribunal de Nurenberg? “Sin duda, ejecución”.
Longerich explica que su próximo libro, que ya ha empezado, será otra biografía de un jerarca nazi —le ha cogido el gusto al género—, aunque no quiere revelar aún el nombre. Lo que es seguro es que no será el este año tan de moda Heydrich. “Personalmente no lo encuentro un candidato adecuado para otra biografía”.

Jacinto Antón: Diario el País.

sábado, 16 de junio de 2012

Che Guevara, entre el fusil y la pluma

Che Guevara, entre el fusil y la pluma

Han tenido que pasar ni más ni menos que 45 años para que Apuntes filósoficos, el último gran libro de reflexión teórica sobre el marxismo escrito por el Che Guevara, saliera a la luz. Casi medio siglo ha tenido que transcurrir, desde su muerte en la selva boliviana, para poder leer estas notas, en ocasiones ácidas y burlonas, en las que el líder revolucionario analiza críticamente la obra de los clásicos del marxismo-leninismo y también de autores que considera “heterodoxos y revisionistas” del socialismo.

El volumen, de más de 400 páginas, comienza con la carta que el Che envió en 1965 al dirigente histórico Armando Hart, entonces ministro de Educación, mientras esperaba en Tanzania —tras el fracaso de la guerrilla de Congo— a entrar clandestinamente a Bolivia. “En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar, ya que el partido lo hizo por ti y tú solo debes digerir”, escribe el Che. Y añade con ironía: “Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos. La segunda [dificultad], y no menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round me dio dos caídas)”.

El guerrillero cubano-argentino se muestra muy crítico con los esquemas maniqueos de los manuales filosóficos de la ex URSS, y propone a Hart, que acababa de ser nombrado secretario de organización del Partido Comunista, hacer un programa de estudios de filosofía nuevo para Cuba: “Hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser analizado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar”.

La carta a Hart ya había sido publicada con anterioridad, pero es sólo la introducción. El libro incluye un gran número de inéditos, como los comentarios de Guevara a las lecturas que realizó en África, Praga, Cuba y Bolivia entre 1965 y octubre de 1967, cuando fue asesinado en el poblado de la Higuera. Tampoco había sido publicado lo catalogado como “lecturas de juventud”. Lo primero que llama la atención es la cantidad de autores que digirió en esos dos años y medio y la amplitud de sus intereses. Junto al fusil, en Congo Guevara llevaba un exhaustivo índice de lecturas en una vieja agenda de teléfonos. Entre abril y noviembre de 1965, anotó los tomos 32 y 33 de las obras completas de Lenin, la Historia de la Edad Media, de Kosminsky, el tomo 4 de las obras escogidas de Mao Ze Dong, varios tomos de las obras completas de José Martí, Aurora Roja, de Pío Baroja, La Ilíada y La Odisea, de Homero, o la polémica obra de teatro La noche de los asesinos, del dramaturgo cubano José Triana, quien después sería marginado y convertido en autor maldito en la época más gris de la cultura cubana. Entre agosto y septiembre de 1966, mientras se encontraba en Cuba entrenándose secretamente para la aventura boliviana, marcó en su agenda Vida de Miguel Ángel, de Papini, La isla y El circo, de Goytisolo, Julio Cesar y Hamlet, de Skakespeare, Contribución a la crítica de la economía política, de Marx y la correspondencia entre Marx y Engels.

En muchos de los textos de Apuntes filosóficos, compilado por María del Carmen Ariet, del Centro de Estudios Che Guevara y editado por Ocean Press, que fue presentado el jueves en La Habana, se descubre a un Che en guerra contra la ortodoxia, como cuando glosa un pasaje de Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, de Engels.“Los científicos”, afirma, “han hecho aportaciones valiosas al campo de la filosofía y de la economía, pero la base idealista los lleva por caminos extraviados. Hay que liquidar el dogmatismo y abordar los nuevos problemas que se plantean con el espíritu abierto a cierto agnosticismo científico”.

La agudeza no significa que los comentarios del Che sean los de un revisionista. En ningún momento Guevara se desdice de su visión del hombre nuevo, ni de su rechazo a todo lo que huela a capitalismo. Estamos ante un marxista militante y su lucha es la de despojar el socialismo de ataduras doctrinarias y enfrentarse a las “tendencias burocráticas que pretendían congelar la revolución, reducirla a un solo país y aprisionarla en los pasillos ministeriales", dicho en palabras de Néstor Kohan.

“Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente. Y, lo que es trágico, esto no se refiere solo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones ya enormemente dañinas pero cuyos resultados finales son incalculables", escribió Guevara al justificar sus Apuntes críticos a la economía política (2006), donde comenta del siguiente modo el capítulo de un manual soviético sobre la “construcción de la economía socialista en los países europeos de democracia popular”: “La puntilla. Esto parece escrito para niños o para estúpidos. Y el ejército soviético, ¿qué? ¿Se rascó los huevos?”.

Su acercamiento teórico a la economía política es el antecedente y el complemento de estos Apuntes filosóficos, que están divididos en tres grandes bloques: sus lecturas de juventud, los cuadernos escritos en África, Praga y Cuba (1965-1966) y las notas de Bolivia (1966-1967). Terminan, ahora sí, las obras inéditas del Che 45 años después de su muerte.

Marucio Vincent: Diario el País, 15 junio 2012.

La honorabilidad de un 10.

Aquí un video sobre el afán por seguir jugando de Messi. Más allá de sus goles y jugadas queda claro que le gusta jugar.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=HgeEAZ0QH8g


viernes, 8 de junio de 2012

Clasificación de la Industria. Su tipología.

Aquí os dejo una sencilla clasificación de la diversidad industrial.


Tipos de industrias

Las tipologías en las que se clasifican las industrias hoy en día son diversas dependiendo del criterio que se utilice para su estudio. Destacaremos algunas de las divisiones más útiles para el estudio de las industrias.
1: Según la posición en la que se encuentre la industria en el proceso productivo general, podemos distinguir entre:
a)Industrias de Base: Son aquellas que inician el proceso productivo, transformando materia prima en productos semielaborados que utilizan otras industrias para su transformación final. Por ejemplo la Siderurgia, que transforma el mineral de hierro en acero, que será utilizado por otras industrias en la fabricación de bienes de consumo o equipo.
b)Industrias de bienes de equipo: Son aquellas que se dedican a transformar los productos semielaborados en equipos productivos para equipar las industrias, esto es fabricación de maquinaria, equipos electrónicos, etc.
c)Industrias de bienes de consumo: Son aquellas que fabrican bienes destinados al uso directo por parte del consumidor (textiles, productos farmacéuticos, electrodomésticos, etc.)

2. Según el tonelaje de las materias primas que utiliza en el proceso productivo:
a)Industria Pesada: trabajan con grandes cantidades de materia prima que convierten en productos semielaborados, por ejemplo la siderurgia, que transforma el mineral de hierro en láminas o bloques de hierro que serán usados en otras industrias para elaborar productos finales.
b)Industria Semiligera: trabajan con productos semielaborados, por lo que su peso es menor. Suelen ser las industrias de bienes de equipo, esto es la fabricación de maquinaria, automoción, u otras.
c)Industria Ligera: el peso de la materia prima con la que trabajan es reducido, facilitando así su transformación. No necesitan grandes instalaciones, y suelen estar localizadas próximas al mercado de destino. Entre este tipo de industria podemos clasificar las textiles, químicas, calzado, y en general todas aquellas que producen bienes de consumo. 
3. Según su grado de desarrollo:
a)Industrias punta: son aquellas industrias que están en plena expansión y crecimiento de su producción. Actualmente este tipo de industrias son las relacionadas con la informática, telecomunicaciones y electrónica en general.
b)Industrias maduras: son aquellas industrias que han llegado a su máximo desarrollo, habiéndose estancado su producción, debido principalmente al uso de tecnología anticuada. En el mundo desarrollado, este tipo de industrias suelen ser las pesadas, tales como las metalurgias, astilleros, etc.
4. Según su tamaño (el número de trabajadores que emplea):
a)Pequeña industria: son aquellas en las que trabajen hasta 50 empleados.
b)Mediana industria: son aquellas en las que trabajan entre 50 y 1000 empleados.
c)Gran industria: en estas trabajan más de 1000 obreros.

Frases o chistes del día

Paulo Coelho

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.