Palacio Rucellai
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Nombre: Palacio Rucellai
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Arquitecto: Alberti
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Cronología: siglo XV
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Estilo: renacimiento (Quattrocento)
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Localización: Florencia
ENCARGO:
El palacio
Rucellai se levantó sobre un espacio restringido al que tuvo que adaptarse el
arquitecto. Este palacio renacentista es un ejemplo de la renovación y de la
prosperidad de algunos grupos sociales.
DESCRIPCIÓN:
El palacio de
Alberti plantea un lenguaje arquitectónico diferente al de los palacios
anteriores. La fachada tiene su inicio en un zócalo recorrido por un largo
banco, verdadero salón de espera de los clientes en un contexto en que los
palacios cumplían funciones de resistencia y de despacho.
A continuación se
localiza la planta baja en la que aparecen pilastras de orden dórico, y en el
que apreciamos aparecen pilastras de orden dórico, y en el que apreciamos
aperturas cuadradas y puertas y ventanas con dinteles horizontales. El primer y
el segundo piso se caracterizan por la aparición de pilastras de orden jónico y
corintio (libremente modificados). Entre las pilastras aparecen ventanas con
parteluz, enmarcadas en arcos de medio punto. Separan los distintos pisos
entablamentos de origen clásico. El edificio está rematado por una gran cornisa
que aparece sostenida por ménsulas.
El conjunto de la
fachada consigue un ritmo vertical gracias a la utilización de las pilastras y
otros elementos arquitectónicos. El uso de sillares de diferentes frisos,
ventanas y puertas evita que el edificio de la sensación de monotonía a la vez
que le da ritmo.
La distribución interior del palacio parte de un patio central en torno al cual,
se articulan las dependencias del edificio.
La estructura del palacio renacentista.- Del palacio Rucellai desaparece la torre defensiva medieval y el edificio se integra en la arquitectura urbana como expresión del nuevo espíritu. Sin embargo, el almohadillado y la solidez del piso inferior, con estrechos vanos adintelados, manifiestan el poder de los moradores.
- El edificio se estructura en torno a un patio central porticado o atrio, siguiendo la disposición de la domus romana. Sirve como patio de luces y, por supuesto, de acceso interno a las distintas dependencias de la construcción y a la fachada interna porticada o loggia. Hoy el patio está cerrado en dos de sus lados.
- El piso inferior es utilizado para el tránsito de clientes, comerciantes y visitantes. También integra el lugar de almacén de productos, las cocinas, y los establos. Sus entradas deben ser varias para dar entrada y salida fácil a carruajes, animales y peatones.
- El primer piso o piano nobile constituye el lugar de residencia de la familia y donde hacer gala de su poder y riqueza. De ahí que deba estar más engalanado externa e internamente.
- El piso superior suele ser el de los dormitorios y el de las habitaciones de invitados y sirvientes.
- Remata el edificio un alerón sobresaliente que cumple las funciones de cerrar la composición de la fachada en sentido horizontal y de alejar el agua de lluvia del paramento.
Las aportaciones renacentistas de la obra que engarzan en el mundo clásico radican en la fachada.
- Alberti diseña tres pisos separados por sendos entablamentos que generan una serie de franjas horizontales sometidas a la tensión de pilastras verticales. Para evitar la excesiva monotonía de los pisos superpone los órdenes clásicos, lo que denota la influencia del Coliseo Flavio o del Teatro de Marcelo. En la planta baja son de orden toscano, en el piso principal, jónicas, y en el superior, corintias.
- La combinación de pilastra, entablamento y arco de medio punto de los pisos superiores también está inspirado en los edificios de espectáculos romanos y será retomado por arquitectos como Andrea Palladio en el siglo XVI.
- El muro presenta un suave almohadillado, técnica que consiste en resaltar los sillares rebajando sus bordes, como se hacía también en edificios de ingeniería romanos como los acueductos y los puentes.
- Las ventanas son geminadas y se inscriben en arcos de medio punto. La prioridad del piso central es reforzada por la colocación de los escudos de la familia Rucellai sobre algunas de las ventanas.
Las líneas
horizontales y verticales, curvas y ángulos, vanos y planos se organizan de tal
modo que dan a esta fachada un singular ritmo.
EL ARTISTA
La principal
contribución al arte del humanista León
Battista Alberti son sus estudios y escritos recopilados en
tratados donde se recogen las teorías artísticas del momento. En las fuentes
clásicas buscó la perfección, la armonía y la belleza. Durante años estudio y
midió los monumentos romanos, que le seducían especialmente, y de ellos extrajo
las leyes sobre las proporciones y la perspectiva que plasmó en sus tratados
dedicados a la pintura, la arquitectura y la escultura.
No obstante
también llevó a cabo obras prácticas. Sentía predilección por los problemas
complicados y por ello se atrevió a finalizar las fachadas de dos edificios
góticos ( el Templo
Malatestiano de Rímini y Sta.
María Novella en Florencia). También levantó la gran iglesia de
San Andrés de
Mantua, modelo para las iglesias del Manierismo y el palacio Rucellai,
del que hemos hablado.
Otros
palacios florentinos del Quattrocento.
La
tipología desarrollada en este palacio
alcanzará gran éxito en Roma, más que en la propia Florencia. Tres son
los palacios más renombrados junto al que hemos
analizado
- Palacio Medici-Ricardi de Michelle Michellozzo.(1444)
- Palacio Pitti de Filipo Brunellechi.(1458-62)
- Palacio Strozzi de Benedetto di Maiano.(1489)
- A éstos habría que añadir el Palacio Piccolomini (1459) en la ciudad de Pienza, obra del mismo Bernardo Rossellino que levanta el Rucellai