miércoles, 7 de marzo de 2012

Comentario: La Gioconda. Leonardo Da Vinci. Pintura Renacimiento.

La Gioconda
  • Título: La Gioconda (Monna Lisa)
  • Autor: Leonardo Da Vinci
  • Cronología: 1503-1505 (siglo XVI)
  • Estilo: Renacimiento (Cinquecento)
  • Técnica: óleo
  • Soporte: tabla
  • Localización actual: museo de Louvre

Tema: Vasari identifica este retrato con Monna Lisa, esposa del rico florentino Francesco del Giocondo. El retrato fue encargado en 1503 pero se desconoce si fue terminado por Leonardo. La Gioconda fue adquirido por el rey Francisco I de Francia hasta que pasó al museo del Louvre.
Composición: La composición es aparentemente sencilla: una mujer sentada en una silla de brazos, frente a un paisaje. La dama vuelve el cuerpo a un lado y dirige su mirada al espectador.  La Gioconda está concebida desde dentro. El punto donde se convergen todas las miradas es la cara de la mujer, aunque también llama la atención sus manos, modeladas y entrelazadas. Para acentuar su aire de misterio, Leonardo utilizó un recurso: los dos lados del cuadro no coinciden ni en la cara ni en el paisaje fantástico del fondo. La línea izquierda del horizonte parece más alta que la derecha.
Elementos plásticos: La Gioconda llama la atención por su enigmática mirada y su misteriosa sonrisa. Para conseguir esta mirada y esta sonrisa, Leonardo pintó un soporte de madera de álamo; primero dibujó a la mujer directamente sobre el cuadro y después la pintó al óleo con los colores muy diluidos para poder poner múltiples capas. Estas dan al rostro efecto de luz y sombras idealizados y mágicos. El paisaje del fondo contribuye a acentuar la sonrisa de la mujer.
Leonardo difuminó los ojos y los labios, además del cabello con una técnica denominada “sfumato” que consiste en difuminar los contornos para crear efectos sutiles de la luz sobre la piel.
La luz y la paleta de colores dulcifica el retrato.


Frases o chistes del día

Paulo Coelho

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.