lunes, 20 de febrero de 2012

CRISIS DEL BAJO IMPERIO ROMANO Y SUS REPERCUSIONES EN HISPANIA.

CRISIS DEL BAJO IMPERIO ROMANO Y SUS REPERCUSIONES EN HISPANIA.

El Bajo Imperio en Hispania no puede estudiarse ni comprenderse aisladamente. Hispania, como parte del Imperio Occidental, estaba sometida a las mismas disposiciones que el resto de Occidente y con problemas muy parecidos. Por lo mismo también su destino fue semejante. No obstante, la marginalidad geográfica de Hispania respecto al centro del Imperio (el Mediterráneo había dejado de ser el eje económico y político) hizo que las convulsiones políticas, especialmente duras en Italia y en otras provincias del Imperio durante el siglo IV, tuvieran aquí una menor repercusión hasta los comienzos del siglo V en que se libró la guerra entre los partidarios del emperador Honorio y el usurpador Constantino III, con desastrosas consecuencias, y que concluyeron con la invasión de los pueblos bárbaros y su asentamiento en más de la mitad de la Península.

Los antecedentes la crisis del Siglo III
Los antecedentes de los cambios que, en to
dos los niveles, se aprecian durante el Bajo Imperio hay que buscarlos en el siglo III e incluso antes. Ya hacia el año 200 una seria recesión económica había afectado a todo el mundo mediterráneo.
§  Fin de las grandes conquistas: a mediados del siglo III, las legiones sufrieron grandes derrotas a manos de los persas, godos y otras tribus germánicas.
§  La violencia de las guerras civiles colocó al gobierno imperial al borde de la desintegración.
§  En Hispania, las ciudades habían entrado en una fase de decadencia en cierto modo ligada a la crisis del concepto de ciudadanía, al serles concedida la ciudadanía romana a todos los hombres libres,  con la correspondiente reducción de ingresos.
§  Crisis del sistema de explotación esclavista: los esclavos empiezan a dejar de ser rentables.
§  Efecto de las devastadoras invasiones de alamanes y francos a partir del 260 c.C.

Las invasiones bárbaras
Las guerras civiles continuaron a lo largo del siglo IV y  no cesaron con la división del Imperio Romano tras la muerte del emperador Teodosio: en dos imperios, el Imperio Romano de Occidente al mando de Honorio, y el Oriente (luego Bizancio) al mando de Arcadio.  Las provincias de Hispania se pusieron del lado del emperador Honorio y sus  usurpadores a cambio de ayuda  facilitaron en el 409 d.C.  el paso a Hispania de suevos, vándalos y alanos, sembrando las devastación y el terror (término “vándalo” sinónimo de devastador)  prometiéndoles  el control de la parte occidental de Hispania . Los suevos se acabaron instalando en la zona de Galicia, mientras que vándalos  y alanos se repartieron el de la península excepto la Tarraconense, que seguía controlada por los romanos..
Hispania perdió la riqueza de sus ciudades que sufrieron saqueos y destrucción, convirtiéndose en una economía cada vez más  emprobrecida y ruralizada, en régimen de autosuficiencia, por la ausencia de comercio y dinero.
En el 416 otro pueblo bárbaro: los visigodos,  aliados de Roma, entran en Hispania para liberarla de los bárbaros,  los suevos resistirán en Galicia, mientras que los alanos fueron exterminados y los  vándalos fueron expulsados  hacia el Norte de África.

Fin de la dominación romana
Los visigodos pasaron a controlar casi toda la península bajo la autoridad formal del emperador romano, hasta que en el 476 cae definitivamente la ciudad de Roma, siendo depuesto el último emperador del Imperio Romano de Occidente.
La estructura política, social y administrativa romana desaparece: ejército, burocracia, etc… Los nuevos señores van a ser lo nobles visigodos que van a constituir un nuevo estado bárbaro en la Hispania: El reino Visigodo.



Frases o chistes del día

Paulo Coelho

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.