lunes, 2 de abril de 2012

Prácticas Geografía España. Oposición Geografía e Historia. Recursos y demandas hídricas en España: usos, balance hídrico, obras hidráulicas y política hidráulica.


Aquí tenéis unos pequeños apuntes sobre los recursos hídricos, por si os sale un mapa sobre el balance hídrico de la Península o sobre los usos del agua en la península.

Recursos y demandas hídricas en España: usos, balance hídrico, obras hidráulicas y política hidráulica.

El agua es un recurso imprescindible para la vida y, por ello, también para las actividades humanas. Su comprensión combina dos aspectos esenciales: por un lado, el funcionamiento natural del ciclo del agua y, por otro, la gestión que la sociedad realiza de este recurso.
España, en su conjunto, no puede considerarse como un país seco en el contexto mundial. No obstante, los recursos hídricos disponibles muestran enormes diferencias, debidas a la diversidad climática de su territorio. El acceso al agua constituye uno de los problemas territoriales más importantes.
La distribución espacial de la escorrentía es muy contrastada y tradicionalmente hablamos de una España húmeda y una España seca. Mientras que en vertiente cantábrica y en las principales montañas la precipitación supera ampliamente a la evaporación y grandes cantidades de agua se incorporan a los ríos, en las regiones mediterráneas la evaporación, los ecosistemas y el suelo absorben la mayor parte del agua precipitada y sólo una pequeña proporción de la misma se incorpora a la escorrentía durante los periodos más húmedos o durante los episodios de grandes lluvias.
La demanda total de agua también presenta importantes diferencias regionales. Desde el punto de vista cuantitativo destaca la demanda para riego, que representa cerca del 80% del total, seguida del abastecimiento urbano (14%) y de la demanda para la industria (6%). Además de estos usos de consumo las aguas superficiales se utilizan como recurso de ocio y deportivo y los ríos se utilizan como colectores para evacuar los vertidos urbanos. La mayor parte de la demanda se satisface gracias a los recursos superficiales, aunque en ciertas regiones la extracción de aguas subterráneas ha permitido paliar su déficit. A su vez, en los últimos años, la tecnología asociada a la desalación del agua marina ha alcanzado un gran desarrollo, y las plantas en las que se "fabrica" agua potable se están multiplicando por todas las regiones litorales de España, que se ha convertido en uno de los países más avanzados del mundo en este campo.
No obstante, el continuo aumento de la demanda, la ausencia de mecanismos eficaces de control, y la facilidad con la que se extrae el agua subterránea, han permitido que en ciertos casos se produzcan situaciones de sobreexplotación, lo que ha ocasionando graves impactos ambientales y un deterioro del recurso. Así, mientras en la vertiente cantábrica existe un importante excedente hídrico, en el levante y sudeste peninsular se muestra como una zona deficitaria debido a lo escaso e irregular de las precipitaciones, a la pequeñez de las cuencas y al régimen pluvial de los ríos sumado a la alta presión agrícola y urbanística.
La incertidumbre sobre la disponibilidad de agua en gran parte del territorio español ha hecho que se desarrollen desde antiguo infraestructuras de captación y transporte de agua y una amplia legislación y organización específica.
Las infraestructuras hídricas están dirigidas a regular los recursos hídricos mediante embalses, canales, pozos y desaladoras o a mejorar la calidad de las aguas mediante potabilizadoras y depuradoras. Dentro de las infraestructuras reguladoras España destaca por el número de embalses, más fáciles de ejecutar en un medio montañoso. La política de embalses tiene detractores debido al impacto sobre el caudal natural del río y al impacto social debido a la inundación de valles y desplazamiento de población. El agua embalsada se utiliza fundamentalmente para el riego, la obtención de energía hidroeléctrica y el abastecimiento de los núcleos urbanos. En el uso de desaladoras España se ha convertido en el 8º país productor de agua desalada.
En el año 2015, en cumplimiento de la normativa de la Unión Europea, España está obligada a depurar todos los vertidos urbanos, por lo que se está instalando una extensa red de depuradoras que devuelven el agua libre de elementos contaminantes a los ríos.
Administrativamente la gestión de las aguas está en manos de las Confederaciones Hidrográficas, dependientes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, salvo en el caso de las confederaciones que están íntegramente dentro de una comunidad autónoma, que dependen de ésta. Las confederaciones establecen los planes de cuenca para regular sus recursos internamente.
Dentro de la política sobre gestión del agua se han defendido en la última década dos posiciones:
- Los defensores del Plan Hidrológico Nacional del 2001, durante el gobierno de Aznar, que preveía la transferencia de agua desde cuencas excedentarias a cuencas deficitarias. Considera que el agua es un recurso renovable, garantizado por el ciclo del agua, y defiende la optimización como recurso económico del uso de este recurso.
- Los defensores de la Nueva Cultura del Agua, que definen el agua como un activo eco-social. Defienden evitar la intervención sobre el caudal de los ríos para no afectarle como medio natural y no trasvasar los recursos a donde estén las demandas, sino adecuar las demandas a los recursos disponibles.

Frases o chistes del día

Paulo Coelho

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.